Los vuelos en el aeropuerto Internacional de Orlando y otros aeropuertos en todo el país se detuvieron el miércoles temprano después de que una falla en el sistema de la Administración Federal de Aviación impidió que todo el tráfico aéreo saliera hasta alrededor de las 9 a.m.
El sistema llamado NOTAM, o Aviso para misiones aéreas, brinda seguridad y otra información a los pilotos. Este se daño el martes por la noche y no se arregló hasta la media mañana del miércoles, lo que provocó más de 1200 cancelaciones de vuelos en todo el país y más de 8500 retrasos a primera hora de la tarde en la costa este.
Su desglose mostró cuánto dependen los viajes aéreos estadounidenses del sistema informático anticuado y se sumó a los problemas que enfrentaron los viajeros aéreos nacionales en las últimas semanas.
Al igual que durante las tormentas navideñas, Southwest Airlines lideró el ritmo de cancelaciones y retrasos hacia y desde Orlando y en muchos otros aeropuertos de los EE. UU. La aerolínea se vio paralizada durante gran parte de la última semana de diciembre, cancelando miles de vuelos.
Southwest canceló más de una docena de vuelos a Orlando el miércoles, mientras que 112 de las llegadas y salidas programadas de la aerolínea se retrasaron. American, United y Delta siguieron detrás, combinándose para 140 vuelos retrasados dentro y fuera de Orlando.
El aeropuerto de Orlando maneja alrededor de 450 salidas de aerolíneas diariamente, y su período de mayor actividad es de 5 a. m. a aproximadamente 10 a. m., cuando se producen casi 200 salidas.
Los grandes aeropuertos de Chicago, Los Ángeles, Nueva York y Atlanta vieron retrasados entre el 30% y el 40% de sus vuelos.
La Casa Blanca dijo que no había evidencia de que un ataque cibernético desencadenara la interrupción, que alteró los planes de viaje de millones de pasajeros. El presidente Joe Biden dijo que ordenó al Departamento de Transporte que investigara.