El caso se conoció esta semana cuando Alice Bryant contó lo sucedido en redes, aunque el hecho ocurrió el pasado 26 de febrero en Tucson, Arizona.
Bryant quedó en shock luego de recoger a su pequeña hija de un año, Rosalyn, en la guardería Creative Beginnings Daycare cuando descubrió más de 25 marcas de mordidas en la espalda de la menor.
“Al principio, yo estaba como incrédula: ‘¿Son esas marcas realmente mordidas?’ Y luego, mi cerebro dejó de pensar y comencé a llorar… Hay más de 25, es difícil saberlo. 25 sería lo mínimo, más o menos llegamos a ese número cuando hablamos con el oficial de policía”, dijo la indignada madre a la cadena Fox.
“Mi hija llevaba apenas 5 días en esa guardería. Completé un reporte policial por negligencia y notifiqué al departamento de Servicios de Salud que acreditó a la guardería, pero el caso sigue bajo investigación y después de dos meses no hubo una palabra ni el departamento se contactó conmigo con algún tipo de actualización”, señaló Bryant en su Facebook.
El Departamento de Policía de Tucson, que lleva adelante la investigación, dijo que las mordeduras parecen haber sido ocasionadas por otro niño, mientras un informe de 2018 deja en evidencia a la guardería que ya había sido señalada de varias deficiencias, como la habitación para cambiar pañales que no cumplía con las regulaciones y personal que no tenía conocimiento de cuántos niños había en los salones.