Cualquier época o temporada del año impacta nuestros hábitos cotidianos debido a las condiciones climáticas en donde pueden causar hasta un desajuste en el sistema eléctrico. Recientemente el estado de Texas estuvo bajo nieve y temperaturas gélidas e inmediatamente el consumo energético aumentó a niveles de colapso, aparte que muchos equipos se congelaron a consecuencias de las bajas temperaturas. Actualmente hay varias investigaciones abiertas para evaluar la situación, pero esto abre la posibilidad de revisar la política energética del estado, en donde se demostró la vulnerabilidad de las fuentes energéticas. Aunque se estima que el 20% de la generación eléctrica en Texas es a través de fuentes solares y eólicas, energía nuclear 8%, gas natural con el asombroso número del 58% y carbón un 19%, pero durante el clima de invierno se desconectan unos 46 mil megavatios incluidos 18 mil correspondientes a energía solar, eólica y otros 28 mil provienen del carbón y gas natural.
Debemos de reconocer que Texas es considerado el estado con menos apagones de electricidad en el país. Además de ser líderes en libertad y opciones energéticas siendo un componente clave de su bienestar a pesar de contar con un clima terrible.
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